Estas son las consecuencias de tener una deuda con Hacienda o la Seguridad Social

A lo largo de nuestra vida profesional y personal puede suceder que acabemos teniendo alguna deuda con Hacienda y/o la Seguridad Social. Confusiones, descuidos o la falta de un buen asesoramiento puede provocar esta desagradable y grave situación. Porque más allá de tener que saldarla con intereses, no estar al día con tus obligaciones fiscales también tiene consecuencias en tu relación con estas administraciones y tu actividad profesional.
Lo primero y más conocido es que serás susceptible de recibir multas y sanciones y, en situaciones graves y dilatadas en el tiempo, incluso puedes tener que lidiar con procesos penales. Ten en cuenta que algunas de estas deudas pueden asimilares al fraude fiscal o a la Seguridad Social.
¿Tienes deudas con la Seguridad Social o la Agencia Tributaria? Comprobarlo es tan sencillo como acudir a su sede electrónica y con sistemas de identificación como tu Cl@ve PIN, DNI electrónico o el certificado digital, solicitar un certificado que acredite tu situación respecto a estas entidades.
- No tendrás acceso a licitaciones públicas. En el artículo 71 de la Ley de contratos del sector público se especifica que está prohibido que la administración pública contrate a empresas que no estén al corriente con sus obligaciones tributarias.
- Sin ayudas públicas de todo tipo: subvenciones, bonificaciones y prestaciones serán denegadas hasta que liquides tus cuentas pendientes.
- Sin accesos a financiación. Quedarás automáticamente fuera a cualquier tipo de préstamos a tu actividad profesional, como los ICO o planes de ENISA o CDTI hasta que estés al corriente.
- Embargo de tus bienes. Para saldar tus deudas tanto Hacienda como la Seguridad Social pueden ejecutar procedimientos de apremio, lo que se traduce en que te embarguen tus cuentas o bienes con el correspondiente recargo.
¿Y si no puedo hacer frente a la deuda? Aunque en caso de tener una deuda con la administración te invitamos a regularizar tu situación cuanto antes habida cuenta de las consecuencias, no siempre es posible hacerlo. Si no puedes afrontar tu deuda, en algunos casos podrás acudir a la Ley de Segunda Oportunidad.