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¿Quieres ganar más dinero? No tengas miedo a cambiar de empresa

Hace un par de años la revista Forbes sacaba a la palestra una realidad que dejaría a más de uno y de dos con la boca abierta: quedarse en una misma empresa más de dos años te hace ganar un hasta un 50% menos de promedio, teniendo en cuenta toda tu trayectoria. Obviamente, cuanto más larga sea tu carrera y más cualificado estés, este porcentaje podría crecer.

Este es probablemente el mejor argumento que vas a oír a la hora de encontrar empleo. Y es que sabemos que el salario no lo es todo, también importa la flexibilidad laboral, el entorno de trabajo, tu relación con colegas y superiores… muchas razones que a veces, distando mucho de ser perfectas, nos hacen repetirnos el viejo refrán de “más vale malo conocido que bueno por conocer”.  Pues no. Como ves, en cuanto a salario el cambio puede ser brutal y ¿por qué no encontrar una empresa en la que te encuentres mejor?

A lo largo de esta última década de crisis laboral, la inestabilidad se ha erigido como un clavo ardiendo al que agarrarnos ante cualquier perspectiva de cambio. El miedo a saltar a otro árbol más débil nos hacía en muchos quedarnos estancados. Otros afortunadamente decidieron dar el difícil paso de emigrar, quizás a otras ciudades o países, encontrando que aunque los inicios siempre son duros, la experiencia acaba siendo reconfortante.

¿Por qué se penaliza la fidelidad?

En el otro lado de la moneda tenemos a esas personas que por las razones que sea, deciden quedarse. Esta lealtad a la empresa, que en muchos casos constituye un auténtico activo humano, una persona que dedica buena parte de su vida y conocimiento a aportar valor a un proyecto, identificándose con él, formando a otros… en definitiva, un bien preciado que no ve recompensada su lealtad con mejores retribuciones.

La respuesta es simple: las tendencias de mercado en épocas de recesión suelen ser de contención, algo temporal pero que en algunas ocasiones se convierten en norma. En resumen, el trabajador se ha conformado con lo que la empresa le ofrece y por supuesto, esta lo sabe. El problema de quedarte en una empresa para siempre es que las subidas se realizan a partir de un porcentaje desde tu salario base. Por otro lado, si comienzas en un lugar nuevo,  puedes comenzar con una nómina más alta y/o  desde un puesto mejor. Por no hablar de la motivación de empezar desde cero en algo totalmente nuevo.

Sin embargo, el mundo laboral está ávido de trabajadores talentosos, lo que quiere decir que si eres bueno en lo tuyo, no deberías tener miedo en sentarte a negociar con tu propia empresa o quizás buscar alternativas fuera. Salir al mercado laboral voluntariamente es un reto, pero los mejores currículums se logran de esta forma, así como las habilidades negociadoras. ¿Qué mejor producto para argumentar su calidad y venderlo que uno mismo?

 

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