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Convertir tu afición en tu forma de vida ¿Una buena idea?

La vida puede ser rutinaria cuando trabajas en algo que no te llena. Semana tras semana, los días se suceden sin solución de continuidad. Pero la crisis y las dificultades del mercado laboral para encontrar trabajo frenan los deseos de muchos para salir de su zona de confort y lanzarse a cambiar su vida. Y a veces, la solución está más cerca lo que pensamos.

Porque… ¿Cuánta gente que ha estudiado Derecho no ha acabado decorando casas, o cuantas personas que han estudiado medicina no han acabado en las tablas de un escenario, o abriendo una tienda. A veces, la vida, y la presión familiar, nos encauzan a estudiar o a dedicarnos a un mundo que no es el nuestro. Por suerte, siempre estamos a tiempo de dar un giro a nuestra vida, y qué mejor manera que hacerlo que convertir tu afición en algo que te proporcione ingresos y que te permita vivir de ello. Unas veces porque deciden dar el paso de forma voluntaria, y otras porque han sido despedidos de su antiguo trabajo y deciden apostar con el autoempleo partiendo como base de una afición de la que hasta ese momento solo disfrutaban en su tiempo libre.

Un buen ejemplo, son todas las personas que en este momento son amantes de las manualidades, y que en los últimos años han dedicido dar el salto y abrir tiendas, físicas o virtuales, en las que venden washi tape, scrapbooking o chal paint. O gente que le encantaban las antigüedades, o la restauración de muebles y decidieron abrir su propio negocio y ahora se dedican a comprar muebles antiguos en mercados franceses para luego venderlos en España. Muchos emprendedores que han creado start up son personas que decidieron convertir su hobbie en su empleo, a igual que muchos propietarios de casas rurales son urbanitas a los que les atraía la vida en el campo y decidieron dejarlo todo para montar su negocio en las montañas.

El tener una afición a la que dedicas mucho tiempo, y de la que además tienes amplios conocimientos, es sin duda una oportunidad de futuro que muchos deberían emplear. A fin de cuentas, trabajar en algo que te gusta y motiva te hace ser más creativo, y a la vez, ser más productivo. Y trabajar en lo que te gusta, es sin duda uno de los mayores logros que se pueden tener en esta vida. De hecho, hay miles de casos de éxito en los que este cambio ha sido para bien.

Aún así, si estás pensando en lanzarte y convertir tu hobbie en tu profesión, también tienes que saber que existen unos riesgos, y que esta aventura en princio emocionante no sale siempre bien. De entrada, tienes que ser consciente de tu grado de conocimiento del sector en el que te quieres meter de forma profesional. Puede que como aficionado, tu nivel sea más que aceptable, pero ¿esos conocimientos valdrán en el ámbito profesional?

Y además, también tienes que ser consciente de que una cosa es una afición, y otra, tener que realizar ese mismo trabajo con plazos de entrega, para clientes que puede que no valoren del todo tu trabajo, o que te piden que hagas el trabajo de una forma que tú jamás hubieras querrido hacerlo. Y también están los casos en los que los emprendedores han llegado a aborrecer el que era su antiguo hobbie, y los que tienen que buscarse otra afición porque lo que antes les servía como vía de escape, en esta nueva etapa de su vida les estresa. Al final, se trata de equilibrar la balanza, estudiar pros y contras, y decidirte a dar el paso.

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