La importancia de separar tu economía personal de la economía de tu negocio
Aunque lo intentemos, a veces es complicado separar la vida personal y la profesional. No obstante, nos pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida trabajando y un tercio de nuestro día en el nuestro lugar de trabajo. Así, es normal que establezcamos relaciones personales en el trabajo, que hablemos de lo que nos ha pasado durante nuestra jornada en casa, que tiremos de nuestras horas libres para responder alguna llamada o correo electrónico profesional o incluso tengamos despachos dentro del hogar.
Sí, la vida profesional alcanza también a nuestra vida profesional, pero somos nosotros los que debemos marcar las líneas, especialmente a nivel financiero. Algo que atañe especialmente a los autónomos. De hecho, más de un freelance tira de la misma cuenta corriente para sus finanzas personales y profesionales, una práctica que realizamos por intentar simplificar y ahorrarnos comisiones pero que puede salirnos muy cara.
En una cuenta profesional tiene que haber espacio y organización para que veamos de forma clara aspectos típicos dentro de la economía de un autónomo, como sus impuestos, el cargo de la Seguridad Social, IRPZ cotizaciones o la liquidación del IVA trimestral.
Aparte de esos conceptos, debería tener fondos suficientes para nuestro activo circulante, para operaciones como compras o pago de deudas. Y cómo no, un remanente para imprevistos. Con esta cuenta corriente profesional, podemos ver de forma rápida cómo es la economía de nuestro negocio, los pagos, gastos deducibles o las comisiones bancarias. Por supuesto, esa cuenta corriente profesional ha de tener los suficientes fondos como para hacerse cargo de todo con garantías.
Si por el contrario seguimos usando una sola cuenta para todo, los gastos profesionales se mezclarán con los profesionales, impidiendo que veamos cuál es el estado de nuestro negocio al no poder diferenciar con claridad los gastos de índole profesional.
Para terminar, las cuentas de ahorro profesionales para autónomos suelen contar con ciertas ventajas a nivel bancario, similares a las que tiene una cuenta nómina típica de los trabajadores por cuenta ajena.
