Con la crisis económica, y ante la imposibilidad de encontrar un empleo, o de encontrar un empleo estable y bien pagado, muchos ciudadanos, y en especial, mucha gente joven, se lanzaron a emprender. Pese a la excesiva presión fiscal que sufren los autonómos en España en comparación con otros países de nuestro entorno, o a la escasa protección de la que gozan, miles de personas decidieron dar un paso, invertir sus ahorros o capitalizar el paro, y lanzarse a la aventura del emprendimiento. De hecho, frente a épocas pasadas en las que parecía que todo el mundo quería ser funcionario,…
¿El optimismo para emprender comienza a diluirse en España?
